lunes, 30 de julio de 2007

Gran Siesta


Hoy invitamos a nuestros amigos Isabel y Juan a pasar el día con nosotros en el Kaipirinha.

Después de tomarnos un arroz con conejo que estaba riquísimo y de la consabida siesta, le propongo a Juan e Isabel que si les apetece podemos dar un paseo por la ría a vela a lo que me responde Juan:

- Con esta brisa no nos vamos a mover.

- Tienes mucha prisa entonces J, le contesto.

- Por supuesto que no, .... ¡vamos!

Al cabo de un rato delante del puerto de Cabo de Cruz ya íbamos navegando a 7 nudos, y me dice:

- Puedo llevarlo yo, en lugar del piloto automático.

- Si a ti te apetece, por mi no hay problema, respondo.

Cual sería mi sorpresa al enterarme al cabo de los días que esa noche puso el Gran Siesta (un ketch Nauticat 33) a la venta.

En 3 meses ya se había comprado un Oceánis 311, del que disfruta actualmente en el puerto de Coruña.

1 comentario:

gransiesta dijo...

Doy fe de que es verdad lo que dice Ramón, quedé gratamente sorprendido del placer de navegar a vela en el Kaipirinha.

Juan.