Xandra, Sabela e Alexandre

En el día de hoy vino a navegar conmigo mi hermana María, con sus hijos Brais y Helena, así como unos amigos suyos, antiguos compañeros de profesión.
Quedamos a las 11 en el puerto, soltamos rapidamente las amarras del Kaipirinha y salimos a navegar.
Con un NE fuerza 4 salimos del dique en dirección a la Marola, abrí mayor para que el barco se moviera menos y cual sería mi sorpresa cuando,a la altura de los faros de Mera, le digo a los "niños", no os preocupeis que en 10 minutos, al pasar el Seixo, ya desaparecen las olas y los rociones de proa, su respuesta fué: "volvamos rápido para proa que se acaban las olas".

Desde la Marola a Redes, con mayor y génova fuimos navegando todo el rato por encima de 6 nudos.
Fondeamos al llegar y después de preparar la neumática e instalarle el fuera-borda, salió Brais a probarlo dando unas vueltas alrededor del barco, al ver que controlaba lo suficiente, le enseñé apagándolo antes, a levantar el motor para que no tocase fondo al llegar, llevó el primer viaje de pasajeros a tierra, pero no le expliqué que los fuera-borda refrigeran con agua de mar, menos mal que los Yamaha son duros, pues sinó lo quema, al levantarlo encendido, mientras desembarca a su pasaje en la playa. Comimos en O'Emigrante y regresamos a dormir la siesta a bordo.
A las 6 de la tarde hubo quien se bañó en el mar con el agua por encima de los 20º poco habitual en la zona.
Eran la 8 de la tarde cuando emprendimos el regreso a vela.

A la altura del Marolete encendimos de nuevo el motor y con el regresamos a puerto, trayendo la Zodiac de remolque con su motor, pues este sábado saldré de nuevo a hacer, si se puede, la misma ruta con otros amigos.