Aprovechando esta tarde relajada nos contó que su última travesía a vela la hizo en 1942 a bordo de la Fragata o mejor expresado Barca de la armada española "Galatea", desde Canarias a Ferrol, y que entre Madeira y Lisboa cogieron un temporal de mar y viento de impresión y del cual salieron sin nigún percance digno de mención gracias a la pericia del marinero de primera Pardavila de Cangas, que él solo consiguió aferrar todas las velas a sus vergas y poner el barco, con el contrafoque del palo trinquete y la cangreja del palo mesana, a capear el temporal proa al mar, pues los motores, cosa habitual, no quisieron arrancar y desde la superioridad no les autorizaron a que atracasen en Lisboa.
Atracaron días mas tarde a Vigo a desembarcar un marinero enfermo, continuando después para Ferrol, para salir de Vigo si funcionaron los motores.
España no pudo salvar a uno de los protagonistas más ilustres de su historia naval, pero sí lo hizo el Reino Unido. El Galatea, un velero que navegó durante treinta y siete años bajo pabellón español y que después permaneció incluso otros ventitrés como buque escuela amarrado a los muelles de Ferrol, se fue un día de España como un viejo, desangelado y sucio casco. Pero el buen hacer de la Clyde Maritime de Glasgow ha hecho posible que no desaparezca un historico de los mares del mundo entero. El Galatea vive, a pesar del desinterés de las autoridades españolas.
Del siguiente enlace está sacada la anterior información.
http://www.geocities.com/TheTropics/Beach/7799/
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