El viernes día uno de agosto con viento "fresco" del noroeste y un mar de fondo con olas de dos metros, salimos de Coruña con rumbo a la ría de Ares y navegando a vela, todo fué bien hasta que
llegamos a la Marola, (dice un refrán marinero "o que pasou a Marola pasou a mar toda") al llegar a este punto entre el mar y el viento que había María se nos mareó.
Recalamos en primer lugar en la
ensenada de Lorbé, donde fondeamos para ver si María se recuperaba un poco,
a la vista de los
resultados negativos continua_ mos hacia el
pueblecito marinero de Redes, pero se estaba igual de mal,
con lo que decidimos ir para el
Náutico de Ares, que aunque se seguía notando el mar de fondo su intensidad era menor,
esa tarde se la pasó durmiendo mientras los demás daban buena cuenta de una botella de Cardhu.
Al día siguiente sábado día 2 dimos un paseo por la población de Ares donde estaban puestos unos puestos de venta ambulante, por la tarde, con la mar ya mas tranquila, fuimos a fondear a la playa de
Río Castro, donde vimos la escenificación de la batalla vikinga entre los habituales de la
playa de Almeiras y el pueblo de Redes.
El domingo lo dedicamos a actividades tales como pescar, remar en el Kayac, bañarnos o pasear en neumática.
Por la tarde regresamos de nuevo a Coruña pero en este caso no hay mas que ver la expresión de felicidad de María en la última foto (con la Marola al fondo) para ver que la mar ya se había calmado.